Gibraltar. Controversia y Medio Ambiente
Jesús Verdú Baeza
- Editorial Dykinson
- 2008
- Información sobre este libro en DIALNET
La Bahía de Algeciras y su entorno posee un extraordinario valor ambiental y es objeto continuo de agresiones al medio ambiente. Especialmente importante es la existencia de continuos vertidos de hidrocarburos en sus aguas que, sin revestir aisladamente la categoría de catástrofe, suponen un deterioro prolongado y continuo del medio ambiente, cuya suma pudiera eventualmente tener mayor incidencia en los ecosistemas marinos que un siniestro aislado de las dimensiones del Prestige, de mayor trascendencia pública en los medios de comunicación. Vertidos que no proceden en la mayoría de casos de accidentes en buques petroleros sino de acciones tales como el lavado de tanques, vertido de aguas de sentina y operaciones de suministro de combustible. Sin duda alguna, la existencia del contencioso de Gibraltar subyace entre las principales razones de la existencia de dichos vertidos por motivos que esta obra pretende analizar, circunstancia que se adiciona a otros factores de deterioro ambiental, como la existencia de riesgos derivados (la presencia continuada de submarinos de propulsión nuclear en la base de Gibraltar).
La toma de Gibraltar por la escuadra holandesa y británica el 4 de agosto de 1704 y la cesión jurídica del territorio mediante el Tratado de Utrecht en 1713 va a suponer desde su origen una profunda transformación del medio natural de la Bahía e iniciará un proceso de afectación y degradación del medio y de las condiciones de vida de la zona que se va a mantener hasta hoy y, sin embargo, no ha sido objeto de un tratamiento específico en el marco de las negociaciones bilaterales hispano británicas sobre el contencioso de Gibraltar. En este sentido, las dos administraciones o tres, si consideramos la administración gibraltareña desde un punto de vista separado de la metrópoli, han tenido en común la carencia de un enfoque claro y decidido en la aplicación y control del principio de prevención del daño medioambiental que debe regir las relaciones transfronterizas y que se ha configurado como uno de los principios rectores de las relaciones de vecindad en el Derecho Internacional contemporáneo.
El libro revela que el contencioso de Gibraltar, desde su mismo origen, además de los múltiples problemas políticos, jurídicos y diplomáticos que ha venido planteando, y que se han manifestado en diversos planos, plantea un conjunto de conflictos de incidencia medio ambiental que afectan a las relaciones entre los dos territorios y, tienen como consecuencia la generación, o en su caso, agravación, de controversias. Lo cierto es que la evolución del contencioso, en sus fases de encuentro y desencuentro, lleva aparejado de forma paralela un historial de incidencias medioambientales que se solapan a los conflictos políticos y controversias jurídicas y tienen como consecuencia, de manera global, una profunda degradación del entorno y una indudable incidencia en la afectación de la calidad de vida de las poblaciones de la zona, de uno u otro lado de la Verja.